Puede que cuando recibimos una factura de Remica se nos planteen problemas a la hora de interpretarla, tanto los conceptos en sí como qué es lo que tenemos incluido y qué no en ella.
Con el fin de que nuestros clientes a la hora de pagar las facturas de Remica sepan interpretarlas, hay una serie de conceptos que hemos de tener en cuenta.
Todas nuestras facturas cuentan con unos elementos comunes como son los datos del contrato y del cliente, el número de póliza o contrato, así como el número y fecha de la factura. También se incluyen los datos postales del usuario (dirección y el nombre de la edificación), necesarios para el envío de la factura.
Sin embargo, en función del servicio que cada cliente tenga contratado se encontrará con un tipo u otro de factura. Así, en el caso de que tenga un servicio GICA, la factura de Remica incluirá la calefacción y agua caliente sanitaria centralizada, pero con una lectura individual de sus viviendas de forma que el usuario sólo pagará por lo que consume. Leer más…
En el caso de que el cliente tenga contratado el Plan Remica 40/7 Coste Cero, la factura de Remica que no podrá sobrepasar un techo de gasto, es decir, el cliente no podrá pagar más de la cantidad que se haya estipulado por contrato. El objetivo de este plan es lograr un ahorro energético de al menos un 40%, con un retorno de la inversión igual o inferior a 7 años. Leer más.
Por último, el servicio GIS-gas de Remica ofrece una solución integral de mantenimiento de las instalaciones, proporcionando ahorros desde el primer momento, ya que asegura descuentos en el precio de la energía durante toda la vigencia del contrato. La factura de Remica de este servicio recoge la Energía Útil de Calefacción y el Agua Caliente Sanitaria. Saber más.
