Una factura es el justificante fiscal de la
entrega de un producto o de la provisión de un servicio, que afecta al obligado
tributario emisor (el vendedor) y al obligado tributario receptor (el
comprador). Tradicionalmente, es un documento en papel, cuyo original debe ser
archivado por el receptor de la factura. Habitualmente el emisor de la factura
conserva una copia o la matriz en la que se registra su emisión.
La factura de Remica electrónica es el equivalente digital y
evolución lógica de la tradicional factura en papel. A diferencia de esta, se
emplean soportes informáticos para su almacenamiento en lugar de un soporte
físico como es el papel.
Manteniendo su compromiso con el medio
ambiente, Remica con su factura electrónica quiere incentivar esta forma de
facturación entre sus clientes, ya que sus beneficios tanto a nivel práctico
para empresa y usuarios, como desde el punto de vista sostenible, son
innumerables.
Apostar por la facturación electrónica supone
una notable reducción en el uso de papel, pero no es su única ventaja, ya que
también se dejaría de desperdiciar energía y recursos con la distribución,
almacenamiento y eliminación de las facturas en papel.
Únicamente basándonos en el número de
facturas manipuladas en Europa, se estima que se ahorrarían 762.383 toneladas
de papel (casi 13 millones de árboles) si las facturas se enviasen por medios
electrónicos. También se ahorraría suficiente combustible para mantener 381.000
hogares durante un año y más de 1,8 millones de metros cúbicos de espacio en
vertederos (Datos de la compañía OB10 http://www.ob10.com)
¿Cómo funciona la factura electrónica de
Remica? Es sencillo, dejará de recibir su factura en papel por correo postal,
para recibirla por correo electrónico. Con el servicio de factura electrónica,
que incorpora toda la legalidad vigente en materia de facturación electrónica,
usted como cliente recibirá mediante correo electrónico aviso de las facturas
que han sido emitidas a su nombre.